sábado, 24 de noviembre de 2012

Desfachatez


Pensábamos en voz alta en nuestro último encuentro bloguero que no estaría mal que este Día Internacional contra la Violencia de Género nos empeñáramos un poquito más en tratar desde la red  no sólo de mostrar nuestra consternación por cada una de las asesinadas este año, sino,  además,  en lanzar un mensaje positivo y explicar que cada día decenas de mujeres armadas solo con su fuerza y su valor son capaces de romper con el maltrato. Muchas se van en silencio, pero  sabemos,  por ejemplo,  que  detrás de esas 134.000 denuncias interpuestas el pasado año hay 134.000 voluntades capaces de decir "nunca más", de gritar "se acabó".


Una no es mujer maltratada, una está siendo maltratada, y por tanto,  aunque el camino a emprender es duro, más lo es  la falta de libertad, la vejación constante, las violaciones, la dominación, el dolor, la muerte...El paso al frente siempre merecerá la pena. Con cautela.

Sabemos ya que cuando más peligro corre la vida de una víctima de la violencia de género es cuando reúne el valor necesario para romper en solitario con el maltratador.  Por tanto,  expliquemos una y otra vez que es vital,  realmente vital, que este paso se dé acompañada, de la mano de las administraciones públicas,  con la ayuda de las organizaciones de mujeres expertas, pero nunca sola.  

Por eso me indigna y casi me hace llorar, que la Ministra Ana Mato haya tenido la desfachatez de lanzar  un mensaje de optimismo a las víctimas y a la sociedad, mientras en paralelo recorta recursos económicos para estas políticas y les resta día a día contenido e importancia.

Claro que se puede romper con el maltrato, señora Ministra, muchas mujeres lo hacen a diario, pero ese paso adelante no es sólo responsabilidad de las víctimas,   la sociedad con las administraciones públicas a la cabeza han de estar a su lado para prestar apoyos y no para restarlos.  Recuerde a Kate Millet: Lo personal es político. 

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