martes, 19 de enero de 2010

Arrancan las obras de la Escuela de Emprededoras y Empresarias


"...la sociedad democrática no puede permitirse ignorar la capacidad, los conocimientos, la experencia y la creatividad de las mujeres..."
Carta europea para la igualdad


Hoy comenzó oficialmente la construcción de la Escuela de Emprendedoras y Empresarias de Asturias, un proyecto promovido por el Gobierno del Principado de Asturias en colaboración con el Ministerio de Igualdad y el apoyo del Ayuntamiento de Avilés, que ha cedido la parcela que albergará el futuro edificio.

Su objetivo es favorecer el acceso de las mujeres al autoempleo en condiciones de igualdad, en cumplimiento con las directrices de la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva.

La Escuela de Emprendedoras y Empresarias de Asturias pretende consolidarse como una unidad de referencia dentro del Principado de Asturias, actuando de forma complementaria con los dispositivos de fomento de la cultura emprendedora y ofreciendo, a su vez, un servicio singular de atención y acompañamiento integral especializado para la creación y consolidación de empresas lideradas por mujeres.

Durante su intervención, la Consejera de Presidencia, Justicia e Igualdad, María José Ramos, destacó que el proyecto pretende “ponderar el talento de las mujeres que deciden liderar una idea empresarial y apoyar, en definitiva, a las que aspiran a convertir sus inquietudes innovadoras en un proyecto de futuro, para ellas mismas y para el crecimiento económico de Asturias”. Una iniciativa con la que, añadió, “impulsamos una perspectiva más igualitaria y democrática de la cultura emprendedora”.

La Secretaria General de Igualdad, Isabel Martínez, destacó la importancia de las políticas de igualdad y de la Escuela de Emprededoras y Empresarias en la contrucción de un nuevo modelo más sostenible en términos económicos, sociales y humanos.


Los derechos no son algo que se tiene, sino en lo fundamental, nuevos espacios que se habitan. Amelia Valcárcel.

lunes, 18 de enero de 2010

Para saber algo de mi

MARIA FERNANDEZ CAMPOMANES
Oviedo, Asturias, Spain
Soy militante feminista y socialista.

Nací en Mieres, capital de la comarca minera asturiana del río Caudal, en 1973. Llevo ya unos cuantos años viviendo en Oviedo pero visito y añoro Mieres con mucha frecuencia.

Tras unos años en la Facultad de Químicas, poco provechosos en lo académico pero fructíferos en lo personal y en lo político, me diplomé en Magisterio.

Creo que soy militante socialista y feminista desde siempre pero no me afilié a las Juventudes Socialistas hasta 1992.

Fui Secretaria General de Juventudes Socialistas de Mieres y miembro de la Ejecutiva Regional de Juventudes Socialistas de Asturias.

En 2002 tuve la gran oportunidad de incorporarme al Gabinete de María José Ramos, Consejera de la Presidencia del Principado de Asturias.

En esta primera etapa, trabajé, de la mano de Begoña Fernández, en el Instituto Asturiano de la Mujer.

Ambas son dos mujeres a las que quiero y admiro. De ellas he aprendido casi todo en política.

Desde julio de 2007, tengo el honor y el enorme placer de dirigir el Instituto Asturiano de la Mujer.

viernes, 15 de enero de 2010

Estupenda Elena Valenciano


Os dejo este enlace al blog de Elena Valenciano. Me ha parecido estupendo, rotundo y muy oportuno su post tras las declaraciones del Obispo Sin Alma.

lunes, 4 de enero de 2010

Mentiras arriesgadas


Os dejo este artículo que hoy me han publicado en el diario El Comercio.

Con cierta frecuencia, los medios de comunicación se hacen eco del discurso de quienes se resisten a admitir los avances en materia de igualdad entre mujeres y hombres, poniendo en cuestión los derechos conquistados. La Ley Integral contra la Violencia de Género, cuyo gran valor conocen bien todas aquellas personas implicadas en la lucha contra el maltrato, es en muchas ocasiones objeto de estos ataques minoritarios pero de gran trascendencia mediática, ataques fundamentados en mentiras arriesgadas.

Cuando estas polémicas se suscitan suele cuestionarse, con gran irresponsabilidad y desde la ausencia de rigor y de fundamentos objetivos, la credibilidad de las víctimas y ésta es tal vez la cuestión más preocupante y grave. Denota, claro está, la persistencia de la misoginia y el empecinamiento interesado en alimentar el tópico de la perversidad femenina, pero su consecuencia inmediata y más preocupante es la probable influencia en la decisión de aquellas mujeres que pueden estar sopesando poner punto y final a una relación violenta por temor a no ser creídas.

Quienes tenemos responsabilidades en la lucha contra la violencia de género debemos actuar con rigor y desmontar las falsedades tejidas para frenar el progreso de nuestra sociedad hacia la equidad y la libertad de las mujeres. Tan sólo en una de las de 530 sentencias analizadas por el Observatorio de Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial se encontraron indicios de falsedad.

Los datos hablan por sí solos y son éstos, con toda su contundencia, los que preocupan y ocupan al Instituto Asturiano de la Mujer: en torno al 80% de las mujeres asesinadas cada año por sus parejas y ex parejas no habían denunciado su situación; a día de hoy, por ejemplo, 16 gijonesas viven en una situación de riesgo extremo y 54 mujeres han sido asesinadas en España a manos de sus parejas.

En este contexto, el concepto de género es clave para abordar y comprender el problema de la desigualdad y la Ley Integral -que, no podemos olvidar, ha sido aprobada por consenso de todos los grupos políticos- es una herramienta fundamental para combatir el maltrato, para proteger a las víctimas y para prevenir el fenómeno, un instrumento basado en la idea de que la violencia contra las mujeres tiene su origen en la desigualdad entre mujeres y hombres.

El cuestionamiento de esta idea, el rechazo a la igualdad entre mujeres y hombres, está en el origen de los argumentos esgrimidos que, a mi juicio, no lo son tanto contra el instrumento, contra la Ley, como contra la idea que la sustenta.

Mi deseo y mi compromiso para 2010 es que sigamos trabajando, si cabe con mayor intensidad, para combatir la violencia de género, para prevenirla y para que cada día más víctimas de la violencia de género decidan acabar con el silencio, para que, como dice la canción de Bebe, rompan el miedo de un portazo y den un paso adelante denunciando al maltratador.