jueves, 7 de marzo de 2013

Algo para celebrar...después de todo.

Este 8 de marzo, sin duda hay que levantar la voz en contra de los recortes en nuestro ya en origen depauperado estado del bienestar,  en nuestras políticas de igualdad, en los derechos y libertades ganados con sudor y, también muchas lágrimas,  a lo largo de los años.  Con esto,  tendríamos razones suficientes para conmemorar y reivindicar un 8 de marzo cada día de este año y los venideros hasta donde nos alcance la vista, me temo.

Dicho esto, hay que seguir adelante. No está en la mano de las ciudadanas y ciudadanos restituir ahora los servicios públicos recortados o los presupuestos para las políticas igualdad mermados hasta su extinción, pero quien estuvo del otro lado os dice que desde este, también es posible hacer políticas, política en el bello y grandioso sentido de esta palabra,  y hacerla desde la felicidad  que brinda la casi total libertad (nunca es absoluta, no os dejéis engañar) y  la posibilidad de tejer redes ciudadanas que construyen tejido social y que fortalecen la democracia.


Pienso ahora  en el enorme trabajo del movimiento organizado de mujeres a lo largo de la historia, pero también, por ejemplo, en la ingente labor de  a Plataforma de Afectad@s por la Hipoteca,  y en lo que hacemos, a menor escala, es obvio,  desde el colectivo Blogueras.As, al que pertenezco,  y creo honestamente que este 8 de marzo después de conmemorar y reivindicar, podemos celebrar que la ciudadanía resiste y existe. Será que me he levantado con el pie izquierdo.