Ya he escrito antes sobre este asunto pero me preocupa mucho, así que, aprovechando que para preparar mi intervención en las Jornadas "Políticas de Igualdad en la Unión Europea" (20 de abril) he tenido que ordenar mis ideas, he decidido volver a tratar este asunto.
Lo hago porque muchas personas partidarias de la reforma de la Ley del aborto se escandalizan ante esta propuesta y creo que lo hacen , fundamentalmente, porque les falta de información. Lo hago además porque estoy orgullosa de que mi Gobierno y el partido en el que milito hayan planteado esta cuestión y quiero defenderla.
Iré al grano.
Según nuestra legislación, una niña/chica de 13 años puede mantener relaciones sexuales con un señor de 30, 40 ó 50 años. Con 14 años, y la dispensa de un juez, puede contraer matrimonio.
¿Se supone pues que somos suficientemente maduras para tener relaciones sexuales con un adulto pero no para decidir sobre nuestra maternidad? No lo comprendo...bueno, sí, comprender lo comprendo pero no estoy de acuerdo, es muy incoherente.
Volviendo a nuestro marco jurídico, la Ley de Autonomía del Paciente, de 2002, establece la mayoría de edad sanitaria a los 16 años, para cualquier intervención, insisto, cualquiera que se te ocurra, excepto en tres supuestos: participar en ensayos clínicos, someterse a tratamientos de reproducción asistida y abortar.
¿Crees que es casual que dos de estos tres supuestos tengan que ver con los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y que sólo se cuestione nuestra madurez para decidir sobre la maternidad?
¿No te extraña que no se discuta nuestra capacidad para decidir dar placer a los hombres pero si nuestra madurez para decidir si queremos ser madres?
Otro argumento: No podemos dejar desamparadas a las chicas que no viven en "familias ideales" y pueden estar embarazadas fruto de los abusos sexuales de un familiar. Es cierto que podrían denunciarlo pero tambien lo es que, en la mayor parte de las ocasiones, no lo hacen y que, de este modo, su decisión podría ser respetada.
Para concluir creo que la idea más clarificadora es la siguiente: dale la vuelta. Lo que verdaderamente es, a mi juicio, intolerable es que una mujer, sea cual sea su edad, pueda ser obligada por alguien, ni tan siquiera sus padres, a parir una criatura contra su voluntad. A éstas, a las más desprotegidas, es a las que quiero que mi Estado ampare.